Varios países de bajos y medianos ingresos están pidiendo que se liberen las patentes para poder producir masivamente y de forma accesible las vacunas de covid-19. Pero los países ricos, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y naciones europeas, se oponen a la propuesta.
Argumentan que esas patentes – los derechos de propiedad intelectual de los medicamentos – son necesarias para incentivar la investigación y el desarrollo de fármacos.