La Gira Internacional de Fabiana Rosales

PorSomos Noticias

Mar 28, 2019
Foto: Cortesía

La Nueva Diplomacia Venezolana. (Parte II)

Esta semana Fabiana Rosales, la esposa del líder de la oposición, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por algunos países de la comunidad internacional como Presidente Interino de Venezuela, arribó a los Estados Unidos para reunirse con Donald Trump como parte de su gira internacional. Esto, en el marco de esta nueva diplomacia venezolana cuyas características y elementos se encuentran matizados por características que de alguna manera le limitan pero que le da la oportunidad de establecer encuentros especialmente con la población migratoria venezolana.

Fabiana Rosales ya estuvo en Chile donde participó en la cumbre de PROSUR, organismo que pretende servir como sustituto a UNASUR y promover la integración económica y social latinoamericana sin los matices ideológicos que, de acuerdo a numerosos líderes contaminó el funcionamiento de este híbrido supranacional.

También estuvo en Perú, donde se reunió con el Canciller Peruano Néstor Popolizio y quien le expresó su apoyo a la transición y reconocimiento de Guaidó, además de reunirse con grupos de inmigrantes y asistir a charlas en instituciones educativas.

Ahora, le corresponde estar en los Estados Unidos, donde se reunió con Trump y congresistas norteamericanos; asistió a una Misa en Nueva York, estuvo con la comunidad venezolana y en las próximas horas se reunirá con Melania Trump en el Estado de Florida.

Pero ¿Es la gira de Fabiana Rosales una visita de Estado? No, no es una visita de estado y para algunos ni siquiera diplomática, fue una visita política internacional. De hecho, no sería la primera vez que los Estados Unidos recibe a miembros de grupo de la oposición venezolana en la Casa Blanca. Recordemos que el 31 de mayo de 2005 María Corina Machado, que en aquel momento lideraba al Súmate, fue recibida por el presidente George Bush Jr. con la finalidad de conversar acerca de los diversos escenarios que se presentaban en Venezuela luego de que saliera la Lista Tascón y ya empezara la persecución política.

Ahora, le corresponde a Fabiana Rosales ejercer como representante de una forma de cabildeo internacional que surge debido a la aún no tan clara situación jurídica que vive el país. A su vez, Rosales aprovechó la ocasión para denunciar la persecución que ha sufrido su familia y los peligros que corre Guaidó y su círculo cercano.

En cuanto a su visita a la Casa Blanca, Estados Unidos está acostumbrado a este tipo de encuentros y en los últimos años ha sido muy común especialmente en asuntos de larga data en el país como en el caso de Israel y la franja de Gaza. Sin embargo, esta gira también ha servido como estrategia para los otros países que han reconocido a Guaidó y así manifestar su apoyo al proceso de transición, generar confianza en las relaciones, observar cuáles son las condiciones de los ciudadanos venezolanos en el exterior y hablar acerca de un tema que ya la Alta Comisionada de La ONU por los Derechos Humanos ha mostrado como punto de preocupación; que “Venezuela no quiere reconocer la Crisis Humanitaria”

Pero no ha sido solo Rosales quien denuncia, los Estados Unidos también aprovechó su visita para advertirte a Rusia y al gobierno venezolano que sus tropas deben salir del territorio lo antes posible y manifestar que el apoyo sigue intacto en cuanto al proceso de transformación en el país.

Ahora bien, hay que pisar tierra y saber cuáles son las consecuencias de este evento. En realidad, todo lo anterior debemos observarlo como una estrategia de comunicación internacional, efectiva pero que ha venido a cumplir con los objetivos que se trazó “denunciar” o “desenmascarar” pero sin efectos más allá de esto. A su vez, representa un saludo protocolar de apoyo a la transición y a la oposición venezolana pero que no significa que la administración de Maduro no continúe teniendo una fuerza internacional importante.

En estos últimos meses, en giras que no han sido contadas, Venezuela ha fortalecido lazos de cooperación con Sudáfrica, con Arabia Saudí y ha seguido reuniéndose con diferentes organismos internacionales como ha sido la “Conferencia de Solidaridad de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC)”.

Vale la pena también recordar que esta misma semana Alemania indicó que no reconoce al representante diplomático enviado por Juan Guiadó sino como representante especial. De hecho, de acuerdo a un artículo publicado por Deutches Welle se recoge la declaración del Ministro de Relaciones exteriores …

“El 13 de marzo de 2019, el Gobierno federal recibió por primera vez a Otto Gebauer, enviado de Guaidó, como «representante personal del presidente interino Guaidó», con quien se sostendrían conversaciones políticas. «No se prevén más pasos», señaló ese Ministerio. El Ejecutivo alemán aduce que en su opinión, «las condiciones políticas» para reconocer al enviado de Guaidó «no se cumplen», porque ya ha expirado el plazo máximo de 30 días que tenía Guaidó para convocar elecciones siguiendo las leyes venezolanas».

Para ellos, es un acto de consecuencias políticas, pero no jurídicas y muchos de los pasos que se están dando a nivel internacional tienen ese matiz.

No se trata de ser pragmáticos sino efectivos y entender como se está dando el devenir del entorno internacional del país en la actualidad.

Tampoco se trata de ser optimistas ni pesimistas sino de entender que hay un problema de fondo “jurídico” importante que se tiene que resolver a la brevedad posible para que la escalada de riesgo internacional no siga arrastrando consecuencias donde los más afectados son precisamente aquellos que en los últimos años han sido los invisibilizados; es decir, el venezolano del día a día.

MSC Corina Helena Cortés
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