Estos tres fugitivos, dos hombres y una mujer, tenían una orden de detención internacional emitida desde El Salvador a principios de este año, aunque, según explicó el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en un comunicado, sus delitos no tienen conexión entre sí.
Ignacio Leonel Campos-Chamagua, de 19 años, fue detenido junto a otra persona en noviembre de 2017, acusado del presunto homicidio de un policía salvadoreño y su hija en la ciudad de Usulután.
Además, ambos enfrentan cargos relacionados como la posesión ilegal de una escopeta de calibre 12.
Campos-Chamagua escapó de su país y fue encontrado en enero cerca del Valle del Río Grande (Texas), y el 10 de septiembre, un juez de inmigración emitió una orden final de expulsión.
Por su parte, Glenda Lissette Campos-Rivera, de 24 años, ya había sido deportada en 2014 y arrestada de nuevo en septiembre de este año por cruzar de manera clandestina la frontera cerca de Hebbronville (Texas).
La mujer era buscada por la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador tras disparar a un hombre que presuntamente mantenía una discusión con la pandilla de Campos-Rivera.
Por último, José Rosa Muñoz, de 28 años, tiene pendientes cinco órdenes de arresto en su contra que van desde robo hasta homicidio agravado en su país de origen.
Muñoz también fue puesto en custodia en Estados Unidos por motivos migratorios y se encontraba desde el pasado 20 de septiembre en el Centro de Detención del Condado de Webb en Laredo (Texas), donde permaneció hasta su expulsión.
EFE