En 2016, Yhonatann Yustiz tomó una decisión trascendental para su carrera. Era prácticamente, algo que su alma le pedía, pero todavía no se había atrevido a hacer. La tierra que lo vio nacer, lo llamaba, tocaba su puerta y le abría opciones de volver a los valles aragüeños, para ser custodio del pórtico aurirrojo y defender la historia de una escuadra que le prometía un lugar especial. Ya eran varios los años que tenía radicado en Caracas, ciudad donde creció profesionalmente, pero sin asentarse de la manera que hubiera querido. Dado el paso, sólo era cuestión de ver correr las agujas para que su nombre cobrase importancia en el tiempo.
Han pasado cinco años o lo que es igual: 120 partidos. El pasado domingo, contra Deportivo La Guaira, arribó a dicha cifra, pero aquello no solamente quedó para lo anecdótico, sino que tuvo una presentación de primer nivel, con tres intervenciones de antología, en el Estadio Olímpico de la UCV, manteniendo su valla inmaculada ante el vigente campeón nacional.
Parece que fue ayer cuando por vez primera asistió al Hermanos Ghersi Páez para presenciar un duelo entre Aragua y Caracas, los dos únicos cuadros cuyas camisetas ha vestido. Esa vez, estando en la tribuna popular, ligaba al elenco local, porque como todo buen maracayero, en su corazón laten los colores amarillo y rojo.
“Me da mucho orgullo ser parte de esta institución, porque somos, por encima de todo, una familia. Estamos todos apuntando a la misma dirección, dando lo mejor y queriendo ser protagonistas no solamente en la Liga, sino a nivel internacional. Para eso nos estamos preparando todos los días, entendiendo que existe una inmensa responsabilidad con nosotros mismos”, dijo el capitán.
En cada duelo, siempre ha entregado lo mejor de sí, seguro, sereno y con la agilidad de un guardavallas que, a sus 29 años, se encuentra en un inmejorable momento. Tiene un largo camino por recorrer, portando una cinta que significa respeto, identidad y pertenencia.
“Obtuvimos un buen resultado, tomando en cuenta el desgaste que tuvimos por jugar dos encuentros en solo cuatro días. Ahora, hay que pensar en lo que viene para todos. El plantel está enfocado en que cada quien debe sacar provecho de las oportunidades que reciba”, agregó.
Yustiz, de grandes tardes tanto dentro como fuera de la “Ciudad Jardín”, sabe que nada está por encima de su ferviente deseo triunfal. Está listo para que la historia guarde un lugar especial, donde su nombre sea parte del escudo. Esta temporada apenas comienza y el arquero, promete usar sus guantes y alma para defender con orgullo la franela que porta.