El sambo quiere ser olímpico y, para ello, cuenta con un inmejorable valedor, el presidente ruso Vladímir Putin, que practica ese deporte desde la adolescencia. «Putin y yo nos conocimos durante una competición de sambo…y después entrenamos juntos. Le servía de sparring.
El presidente aún sigue saliendo al tartán. Está en buena forma y tiene técnica», comentó a Efe Vasili Shestakov, presidente de la Federación Internacional de Sambo (FIAS).