Según el Comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, los migrantes y refugiados venezolanos son los más vulnerables de los vulnerables, no son migrantes voluntarios, han sido expulsados de su tierra por un estado criminal que ha sumergido a los venezolanos en hambruna, enfermedad, pobreza, violencia y falta de servicios básicos”.
Smolansky tuvo un derecho de palabra en la sesión de la Asamblea Nacional donde refirió que en septiembre de 2018 eran 2.3 millones y hoy ya son 5.1 millones de venezolanos desterrados por la dictadura de Nicolás Maduro. “Es la crisis de refugiados más grande que se haya registrado en la historia de América Latina y el Caribe. Somos la segunda población más desplazada del planeta después de Siria y la primera población más desplazada del planeta sin haber tenido una catástrofe natural ni una guerra convencional”.
Por todas esas razones indicó Smolanski que: “Nosotros desde la OEA hemos impulsado que a los migrantes venezolanos se les otorgue el estatus de refugiado, esto les permitiría una protección permanente y garantizaría acceso a documentación, salud, educación e insertarse en el campo laboral, mejorando así sus condiciones de vida”.
El Comisionado recordó que el año pasado el parlamento venezolano logró un acuerdo para que lo migrantes venezolanos sean considerados como refugiados. Todo esto amparado en la declaración de Cartagena, la cual dice: “Toda persona que huye de su país por violencia generalizada, alteración del orden público, violación masiva de los DDHH y agresión extranjera debe ser considerada un refugiado y eso aplica hoy para Venezuela.”
Desde la OEA se inició una campaña regional denominada “Soy Refugiado y Soy venezolano” con la cual buscan sensibilizar a los gobiernos de la región y la sociedad latinoamericana y caribeña para darle hospitalidad a los venezolanos, para que prevalezca el sentimiento de solidaridad.
Por su parte el diputado de la Asamblea Nacional y Presidente de la Subcomisión de Atención a Exiliados Venezolanos, Marco Aurelio Quiñones, planteó la urgente necesidad de instalar un Gobierno de Emergencia Nacional para atender la crisis migratoria. «Para nadie es un secreto que nuestra Venezuela cuenta con más de 5 millones de ciudadanos que les tocó atravesar la frontera, desplazados, producto de la Emergencia Humanitaria Compleja. Esta propuesta es una esperanza para que millones de venezolanos en un futuro cercano puedan retornar a Venezuela en libertad”
Quiñones aplaudió la labor realizada por la presidencia encargada, la Subcomisión de Atención a Exiliados venezolanos y las Comisiones de Justicia y Paz, en favor de los migrantes venezolanos. “Han sido muchas las gestiones hechas en favor de tender la mano a nuestros hermanos migrantes que están disgregados en varias partes del mundo, a quienes luchan por un mejor futuro, y trabajan con el objetivo de sustentar económicamente a sus familias que están en el país para que puedan sobrevivir a la agobiante crisis que existe desde hace tiempo en Venezuela”