Esta semana que termina se agudiza aún más el conflicto político, social y económico venezolano, ya que el régimen de Maduro-Diosdado y Padrino López se atrevieron a encarcelar al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional legítima, lo impensable hace algunas semanas, lo ejecutaron.
No se trata de Edgar Zambrano como dirigente político, no se trata de Acción Democrática como organización política, y esto lo debemos entender todos los venezolanos, más allá de nuestras diferencias políticas; en realidad lo grave de este «secuestro» contra el primer vicepresidente de la AN, es la destrucción definitiva de la institucionalidad, es la intención de la dictadura de eliminar de raíz al único poder actualmente legítimo en Venezuela, poder político que incluso está por encima del Tribunal Supremo de Justicia impuesto por Maduro, del Ministerio Público de Maduro y de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, ya que en esta coyuntura son los diputados de la AN los únicos electos por el voto popular de más de 14 millones de venezolanos, de allí deriva su legitimidad.
Revisando el panorama actual no nos cabe la menor duda de que la última y única opción que nos queda a los venezolanos civiles es la ayuda o intervención militar extranjera, los tiempos de comunicados diplomáticos quedaron atrás.
Los venezolanos que confrontamos al régimen de Maduro-Diosdado y Padrino López estamos realmente indefensos ante la maldad y acción sangrienta de quienes ejercen el poder en Venezuela a través de la fuerza y la coerción, los ciudadanos de buena voluntad salimos a las calles de nuestro país a protestar pacíficamente y somos masacrados por los cuerpos de seguridad y por los grupos paramilitares armados protegidos por el régimen, no tenemos capacidad de responder a las balas de los esbirros de la dictadura, es una batalla desigual, de piedras contra balas.
Sí no hay una ayuda o intervención de fuerzas armadas extranjeras de inmediato, la civilidad venezolana estará condenada a vivir en dictadura, bajo un régimen asesino, de terror y de oscuridad; y los venezolanos exiliados de forma obligada condenados a no poder volver jamás.
Es el momento de que las fuerzas militares extranjeras de los países aliados, de que los gobiernos democráticos del mundo, de que los organismos multinacionales comprendan que con grupos armados vinculados al narcotráfico, al terrorismo y a la delincuencia organizada no se puede negociar ni establecer diálogo sincero para buscar salidas democráticas para que permitan que los venezolanos podamos vivir en paz en nuestro país, llegó el momento de las decisiones definitivas, de lo contrario: game over.
Jorge Isaac Jiménez Flores
CNP: 16.658.
Periodista Venezolano