La Corte Suprema de Justicia argentina confirmó este jueves la orden de detención contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados de atentar contra el edificio judío AMIA en 1994, sin embargo, no se hará efectiva por el fuero de la actual senadora.
El Tribunal rechazó por unanimidad el recurso de queja presentada por la expresidenta contra la orden de arresto dictada por el juez Claudio Bonadio en diciembre de 2017.
Aunque los jueces desestimaron la causa por considerar que no se dirige contra una sentencia definitiva, Fernández de Kirchner mantiene su libertad gracias a los fueros como senadora.
Ya la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Corrección Federal había confirmado el procesamiento con prisión preventiva de la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y, fue por esto, que Cristina presentó un recurso extraordinario a la Corte.
Ahora, la detención dependerá de que sus compañeros en el Senado decidan si votan o no contra ella. La Cámara Alta, con presencia fuerte de la corriente ideológica peronista (a la que pertenece Fernández), deberá decidir si atiende la solicitud de quitar la inmunidad a Fernández, para lo que será necesario el sí de dos tercios de los legisladores.
Fernández, jefa de Estado entre 2007 y 2015, varios miembros de su Gobierno y otros colaboradores, están procesados por presunto encubrimiento agravado, por mantener un pacto con ciudadanos de Irán acusados del ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994, que dejó 85 muertos y sigue impune.
El atentado, que la comunidad judía atribuye a Irán y al grupo chií Hizbulá, fue el segundo contra judíos de Argentina, después de que 29 personas murieran en 1992 al explotar una bomba frente a la embajada israelí, también sin esclarecer.
Un primer expediente judicial fue abierto desde enero de 2015 por el fiscal Alberto Nisman, que apareció muerto cuatro días después con un tiro en la cabeza, en condiciones que aún se investigan en los tribunales y que apuntan a que el procurador fue asesinado.
Nisman aseguraba que existía un pacto suscrito entre el entonces gobierno de Argentina e Irán en 2013, y que, en vez de investigar conjuntamente por el atentado, buscaba realmente encubrir a los imputados como sospechosos del ataque, entre ellos el expresidente iraní Alí Akbar Rafsanjani y el excanciller Alí Akbar Velayatí, para favorecer el intercambio comercial bilateral.
Actualmente, el juez Claudio Bonadio, que ya encabeza otras causas contra Fernández, pidió detener a la expresidenta, considerando que su libertad puede entorpecer el caso. También solicitó su arresto tras procesarla en la conocida como «causa de los cuadernos», en la que se investiga una presunta red de sobornos entre poderosos empresarios y ex altos cargos del kirchnerismo.
Sin embargo, por el momento no se atisba que el desafuero contra Cristina Fernández pueda prosperar, debido a la posición histórica del peronismo, reconocida por solo quitar los fueros cuando hay una sentencia firme.
EFE