Las navidades son una época de compartir en familia según las tradiciones de cada cultura; sin embargo, por primera vez en mucho tiempo como humanidad nos enfrentaremos a una navidad en medio de una pandemia que de alguna forma u otra nos ha afectado.
Los venezolanos tenemos un par de décadas sorteando obstáculos en navidad, pero sin lugar a dudas, este diciembre no será igual al resto, durante el 2020 todos fuimos golpeados por la pandemia y las catastróficas consecuencias de la misma. Ahora afrontamos un cierre de año donde cada familia atraviesa su propio proceso de duelo.
Esto definitivamente tendrá cierta implicación tanto a nivel emocional, como en cuanto a la logística que implica tratar de continuar con ciertas tradiciones navideñas, como viajar a la casa de la abuela, reunirte con los amigos y compartir con los vecinos lo poco o lo mucho que podamos.
No es casualidad que en diciembre aumentan estadísticamente los casos de diagnósticos de depresión, debido a que en algunas ocasiones las personas que no cuentan con los recursos emocionales para afrontar cambios importantes en su entorno, les cuesta enfrentar situaciones como la soledad, el duelo y la nostalgia que suele aparecer en esta época.
¿CÓMO AFRONTAR LAS NAVIDADES EN TIEMPO DE PANDEMIA?
Desde el punto de vista psicológico es importante entender el tipo de experiencias tempranas que tuvimos en la infancia respecto a la navidad, si desde pequeños sentimos una molesta obligación el compartir con la familia, entregar regalos, cenar con los amigo, entre varias situaciones, posiblemente sientas que la navidad es una época aburrida, pero si por el contrario como la mayoría de los seres humanos (seres sociales) disfrutas de este tipo de actividades automáticamente entras en el grupo en el cual esta navidad en particular pueda agitar algunas emociones.
El ser humano aparte de ser un ¨Ser social¨ también tiene una serie de necesidades afectivas y de certezas vinculadas al reconocimiento, por lo cual la incertidumbre con respecto al futuro puede causar estrés, ansiedad, ataques de pánico entre otras manifestaciones.
Todos queremos y anhelamos tener cierta seguridad con respecto a lo que pueda ocurrir a futuro, para poder adaptarnos correctamente. Y este año ha estado cargado de mucha incertidumbre por lo que diciembre no escapa de esta realidad.
Sin embargo, existen ciertas medidas que podemos tomar en esta época (a pesar de las dificultades) para una navidad que sin duda será diferente pero que podemos vivirla de manera especial.
1.- Escribir una carta: Puede ser a un viejo amigo, un abuelo al que no podremos ir a visitar, algún familiar que no logramos ver en este año. Lo importante es que podamos recordarle a alguien cuán especial es para nosotros.
Las cartas tienen un gran efecto terapéutico que aún no consigue llenar la era digital.
2.- Agradecer: Si estás leyendo este artículo significa que aún gozas de vida, por lo tanto, entras en el selecto grupo de personas que hasta ahora ha logrado sobrevivir a la pandemia más grande en lo que va de siglo. Y si buscamos seguro encontraremos razones suficientes por las cuales dar gracias.
Estudios demuestran que existe una conexión entre las personas que son agradecidas y la capacidad del sistema inmune de reponer sus defensas y segregar serotonina.
3.- Ayudar al otro: Hacer algo por los demás es una de las formas más rápidas de ayudarse así mismo, ya que, al realizar una buena acción, nuestro organismo comienza a producir otra hormona asociada con la felicidad, en este caso la oxitocina vinculada a las relaciones sociales, la confianza en nosotros mismos y la autoestima.
Podemos hacer pequeños actos de generosidad como ayudar a un vecino a pasear su perro, o salir a comprarle pan. Estos pequeños gestos sin duda mejoran nuestra salud emocional y nos ayudan a conectar con nuestro entorno, al mismo tiempo que permiten demostrar a muchas personas que a pesar de las pérdidas no están solos.
4.- Darle un nuevo significado a tu situación: Hacer un esfuerzo por comprender lo que estás viviendo, encontrar en nuestros valores una base suficientemente fuerte a la cual aferrarnos para darle una explicación y un sentido a todo lo que nos está ocurriendo. Si encontramos una razón o un ´para qué´ importante, seguramente encontraremos la motivación para sobreponernos y disminuir la angustia.
Por lo general los momentos de angustia nos impide de momentos ver que por un lado en algún momento esta situación se va a acabar y por el otro es que a lo largo de nuestra vida seguramente ya hemos sorteado otras dificultades que también pensamos que nos sobrepasan.
Por último, es importante comprender y aprovechar esta oportunidad para conectar con lo que realmente son las navidades y de esa manera poder vivirlas desde la más legítima alegría.
José Leonardo Caldera
Psicólogo