Ante el recrudecimiento de la hiperinflación, las empresas se enfrentan a cambios bruscos y constantes en los costos de reposición y precio de venta, lo que ha evidenciado que dolarizar precios no ha sido suficiente.
La inflación en dólares se origina cuando el valor del dólar paralelo se estanca, y la inflación sigue avanzando, lo que hace que los precios al llevarlos a dólares aumenten.
“Mientras que un refresco de 2 litros cuesta $1,5 en el extranjero, en Venezuela llegó a estar cerca de los $3, para tener un ejemplo del día a día”, refirió Héctor Benavente, especialista en gestión de crisis y CEO de Kairos Consulting Group.
“Este fenómeno, que es una de las consecuencias de la hiperinflación, no es lineal ni es estable. Ya estamos viendo un aumento del valor del paralelo que debería llegar hasta recuperar el valor rezagado con la inflación o cera de esto. Lo que sí es seguro es que debido al nivel acelerado de la inflación podremos ver que esto ocurre a mayor velocidad que en el pasado”, dijo.
Agregó que las empresas deben conocer bien estos ciclos donde el dólar está barato, con mucho rezago respecto a la inflación, o donde tenemos un dólar caro, o no tan barato. “Entender este comportamiento es clave para la operación de las empresas y su planificación”.
Al comparar crisis como la de Venezuela, con lo vivido por Zimbabue, Benavente aconseja que aunque haya una depreciación en dólares, las finanzas deben manejarse con una referencia en moneda dura para evitar la pérdida de referencia del dinero.
La adaptación es clave
Agregó que en Zimbabue, durante la hiperinflación, la mayoría de las empresas refirió adaptar precios, presentación, producto y canal de venta fue clave para salvarse. “Adaptar los productos o servicios a la nuevo conducta de comprar actual del cliente fue vital”.
Estandarizar procesos y usar tecnología para ser más eficiente también es esencial. “En otros casos de hiperinflación, aproximadamente 50% de las empresas dijo que esto les permitió seguir operando”.
Agregó que crear escenarios, para el país, sector y empresa, para ir un paso por delante de los acontecimientos y estar lo mejor preparado que se pueda es lo recomendable en escenarios de hiperinflación.
“Superar la realidad económica que vivimos ahora requiere de un plan de gestión de crisis bien elaborado que sea dinámico y tome en cuenta diversos factores del entorno. Mientras más se tarde en implementar, menos serán las posibilidades de sobrevivir”.