Heroína policial lucha contra el cáncer de seno en Kissimmee

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Oct 11, 2025

Por: Cecilia Figueroa

Kissimmee, FL — La vida de Cinthia Pabon, Oficial de Recursos Escolares de la Oficina del Alguacil del Condado Osceola, dio un giro inesperado este año. A sus 51 años, nacida en Nueva York y residente en Kissimmee desde el 2004, enfrenta una de las batallas más duras de su vida: el cáncer de seno.

“Todos los años me hago un examen físico de mamografía y todo estaba normal hasta que en mi mamografía de este año detectaron algo y empezaron los exámenes a fondo hasta que me dieron un diagnóstico que no esperaba”, relató Pabon, quien se hizo su examen anual en febrero. Y fue en abril, llegó la confirmación: cáncer de seno en etapa 2 en el seno derecho.

“Fue algo bien fuerte para mí, me puse a llorar”, recordó al recibir la noticia. Pero también las palabras de su doctora le devolvieron esperanza: “Lo detectamos a tiempo, si trabajamos juntas, tenemos muchas probabilidades de sobrepasarlo.”

En mayo le colocaron un “port“ para iniciar la quimioterapia. Desde entonces, cada jueves ha asistido a sus sesiones con determinación. Aunque algunos tratamientos le causaron estragos, incluso obligándola a reiniciar el proceso, ella no se ha detenido.

“Gracias a Dios tengo una agencia que me apoya. Primero tengo fe en Dios, en mi familia, y tengo un círculo de amigos que rezan mucho por mí”, compartió.

Un testimonio para otras mujeres Más allá de su propia lucha, Cinthia ha convertido su experiencia en un llamado a la prevención. “Dios me hace pasar por estas cosas para que yo pueda dar testimonio, para ayudar a otras mujeres a hacerse sus chequeos anuales. Eso es lo que estoy haciendo: exhortando a cada mujer que conozco a que se examine.”

Ella misma se sorprendió al recibir el diagnóstico, ya que nunca sintió dolor ni tenía antecedentes familiares de cáncer. “Nunca imaginé que me iba a tocar a mí”, confesó.

Cuenta con el apoyo incondicional de su madre, sus tres hijos, dos nietos y su novio, quien ha sido un pilar fundamental. Juntos comparten su pasión por las motocicletas, y Cinthia disfruta de pertenecer al grupo Latin America Motorcycle Association (LAMA), capítulo Poinciana. “Me desestresa salir en mi motora, me hace muy bien”, comentó y uno de sus sueños en convertirse en la primera mujer del Grupo de Motoras de la Oficina del Alguacil del Condado Osceola.

Una vida de servicio comunitario La trayectoria de Pabon está marcada por el servicio. Fue parte del Departamento de la Policía de Kissimmee como oficial de Relaciones con la Comunidad de 2004 a 2020, y desde entonces trabaja como oficial de recursos escolares en la Oficina del Alguacil Osceola.

Y justamente, por su labor ha apoyado las causas como éstas, ha recorrido las calles de Osceola y sus alrededores en el carro rosa o la motora rosa en su uniforme levantando conciencia sobre esta enfermedad, sin pensar que a ella le iba a tocar.

Ha sido activa en organizaciones locales apoyando iniciativas comunitarias tanto para su país de origen como para Puerto Rico y otras causas locales en Orlando. Su compromiso ha sido reconocido en múltiples ocasiones, destacando su solidaridad incansable y servicio a otros en diversas iniciativas y convirtiéndose en una mano amiga y un rostro que muchos conocen no solo por su trabajo sino también por su labor comunitaria.

Su generosidad y tomar la iniciativa la caracterizan. En una ocasión, supo que los alumnos de la escuela intermedia Parkway en la clase de English Language Development no tenían los audífonos, hizo posible para traerles los audífonos. Ha sido reconocida por la Oficina del Alguacil del condado Osceola por su excelencia.

“Siempre he trabajado para esta comunidad de Osceola, Kissimmee es mi hogar. He ayudado en varios eventos y recibido reconocimientos, pero lo más importante es servir a mi gente”, expresó.

Ayudar a quienes no tienen apoyo En su camino, ha conocido a otras mujeres con diagnósticos similares que no cuentan con recursos económicos ni redes de apoyo. Ella ha decidido tenderles la mano, compartiendo información, conectándolas con recursos comunitarios y brindando acompañamiento.

Yo tengo a mi familia, mi trabajo y amigos que me apoyan. Pero hay mujeres que no tienen nada de eso. Mi misión es ayudarlas”, afirmó.

La esperanza de ser sobreviviente y ayudar a otras Cinthia se prepara para concluir su tratamiento el próximo 23 de octubre de 2025, con la esperanza de recibir el alta médica que la consagre como sobreviviente de cáncer.

“Con la ayuda de Dios voy a salir bien y continuar trabajando en la escuela apoyando a mis estudiantes. Eso me llena y me da fuerzas. Estoy convencida de que sin salud no somos nada, y por eso no me voy a cansar de ser una voz para las mujeres: háganse su chequeo anual”, concluyó.

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