Desde muy joven Carlos Salazar conoció el mundo gastronómico y las ventajas que significaba el mismo empresarialmente; y lo más importante no es solo eso, sino que además lo dominó a la perfección.
Fue en el 2003 cuando, por iniciativa de su madre, abren el restaurante Los Soles. Sin embargo, ante el buen ojo de Salazar para los negocios, esta empresa rápidamente se posicionó en el mercado gastronómico regional lo que le generó la confianza para inaugurar Nuvó, el único Whiskey and Wine Bar que ha tenido Maracaibo.
Ante el crecimiento exponencial de estas dos empresas y viendo un vacío que había en la región con respecto al área de valet, Carlos decide crear Le Valet Parking y prestar este servicio no solo a sus restaurantes sino también a hoteles, oficinas y demás restaurantes de la localidad.
En resumen, Salazar era apenas un joven cuando ya llevaba el mando de estas tres empresas, asumiendo esta responsabilidad y madurando exponencialmente, hasta convertirse en una verdadera influencia nacional en cuanto a conceptos gastronómicos se refiere.
Hace dos años, viendo el éxito que Los Soles representaba en Maracaibo, Salazar decidió extender el negocio internacionalmente y abrió una sucursal en Aruba, que significó una excelente decisión ya que fue una forma de llevar esa característica mezcla de sazones venezolanos y mexicanos que identifican este restaurante a un público internacional.
El éxito que representa Carlos Salazar como empresario gastronómico no se compara con el de nadie más, razón por la cual este increíble hombre fue galardonado con el Mara de Oro en 2018 en la categoría «Empresario del Año», un título muy bien merecido que le reconoce esa labor infatigable que realiza Salazar día a día con su importante compañía.