El dirigente político Armando Amengual, advirtió que se pretende reeditar el escenario de 2005 cuando se llamó a la abstención, entregándole el país al gobierno del entonces presidente Hugo Chávez y nunca hubo un plan que capitalizara esa decisión.
“Cuando estamos a 15 años de aquella terrible decisión que le ha costado tanto al país, nos enfrentamos a un escenario donde se pretende repetir la misma historia: Llamar a la abstención en un proceso electoral crucial sin que hasta ahora se haya presentado un plan del día después”, expresó Amengual.
El dirigente señaló que “se está logrando el objetivo que tiene Nicolás Maduro que es sacar a la oposición de la vía electoral”, por lo que -aunque insistió en el respeto a la decisión de un grupo de partidos de no participar en los comicios del 6 de diciembre-, invitó a reflexionar.
“Nosotros respetamos la decisión que tomaron algunos partidos de oposición, pero insistimos -las veces que sean necesarias- en que debemos hacer algo aquí en Venezuela, con la gente que padece la crisis y que no podemos simplemente decirles: Quédense en su casa, no voten y esperen a que los ‘magos del norte’ vengan o que Maduro algún día se vaya”.
Añadió que «aquí hay muchos venezolanos dispuestos a dar una nueva batalla de Carabobo. Estamos dispuestos a hacer lo que sea por solucionar la crisis que vive el país y para eso no nos podemos quedar sentados esperando».
Resaltó que “la abstención de la oposición es el plan de Maduro y es la mayor expresión de complicidad para que nada cambie” al tiempo que explicó que en regímenes como el de Venezuela, “el voto es el arma con función a la inversa que permite invalidar al régimen y sus instituciones”, toda vez que la fuente de legitimidad del Ejecutivo “no está en el voto sino en las armas”.
Recordó que los errores cometidos constantemente desde la oposición “lo único que han logrado es debilitarnos a todos y lejos de aprender de éstos, nos llevan rumbo al mismo barranco de la abstención, en una nación donde no existe reglamento alguno que exija un porcentaje mínimo de participación para que unos comicios sean válidos”.