Kens Valera es un venezolano originario de Anzoátegui. Tuvo su primer contacto con la música a través de una guitarra eléctrica; se enamoró de su potente sonido con 9 años. Desde entonces aprendió a atesorar las melodías y su pasión poco a poco la convirtió en su filosofía de vida. Así lo recordó: “Fue en ese instante en donde mi cabeza voló; y es que nunca había escuchado un sonido que me gustara tanto como el que transmitía la guitarra como instrumento. Ya mis padres me habían inscrito en la escuela de música en Puerto La Cruz llamada ‘Music Yama’”.
Al mismo tiempo rememoró: “A los 18 años viajé a Francia para estudiar música por tres meses intensivos sobre Jazz, Blue, Funk, y aprendí a leer partituras. Luego, cuando volví a Venezuela, quise hacer una mezcla entre mis raíces y lo que he aprendido. Poco a poco fui instruyéndome e instruyendo a varios alumnos, ya que estuve dando clases sobre música y técnicas de guitarra en la región donde vivía”.
Si bien en su camino por este competitivo mundo ha tenido altibajos, Kens Valera sigue en pie. Con los años se ha ganado la credibilidad de grandes exponentes de la música: fue invitado dos veces en un festival musical auspiciado por el Consulado Francés en Venezuela. Cuenta con un disco que ya está disponible en las plataformas digitales y es una figura reconocida en la región por crear el Rock Progresivo Anzoatiguense.
Por otro lado, fue reconocido por la Alcaldía de Puerto La Cruz por su desempeño como artista y por participar en talleres auspiciados por la embajada de USA en Venezuela. Y es así como continúa maravillando al país norteamericano con su estilo del neofolclor, pues también es miembro activo de la red YLAI, una organización en los Estados Unidos que apoya a los jóvenes emprendedores a construir su futuro.
-¿Cómo te diste cuenta que la música era tu pasión?
-Fue una evolución. Desde niño siempre me gustó la guitarra. Mientras estaba en mis estudios en Puerto la Cruz, una tarde, por primera vez, escuché a Carlos Santana y explotó mi cabeza de emoción. Me dije que algún día iba a tocar la guitarra de esa forma. Desde entonces empecé a profundizar cada vez más en la música.
Musicalmente hablando, ¿Cómo ves a Venezuela?
-Nuestro folklore venezolano es muy original, complejo, pero a la vez atractivo para cualquier oído. Nuestra cultura musical es muy bella y pienso que el artista venezolano es uno de los mejores en la industria musical mundial.
Háblanos sobre tus planes futuros, ¿Cómo te vez en 10 años?
-Logré producir mi primer álbum titulado E L I T E y también un video para promocionar el disco. Los temas están disponibles en todas las plataformas digitales. Pienso que cada vez que llego a una meta me trazo otra, y comienzo con la misma fuerza que empecé cuando arranqué por primera vez. Así que en 10 años me veo con varios discos y tocando alrededor del mundo poniendo en alto el nombre de Venezuela.
Háblanos un poco de las clases que impartiste en Lechería, ¿Cómo fue la experiencia?
-Me gusta enseñar las técnicas y teoría que he aprendido en la música. Además, he aplicado fusiones musicales oriundas de nuestro país. Las clases que impartí en Lechería me ayudaron a formarme como instructor y aprender a enseñar a cualquier tipo de persona. Fue una experiencia enriquecedora.
-¿Cómo podrías definir tu estilo, las fusiones musicales y el neofolclor?
-Desde que empecé en la música quise implementar con el rock nuevas fusiones con el reggae, el calipso y la música tradicional venezolana. Es que al pasar esa combinación de sonidos al rock da un resultado muy original. Entonces, ese Rock Progresivo Anzoatiguense nace del neofolclor venezolano; que es básicamente rock fusionado con música venezolana.
Háblanos acerca de Lake House Music Academy, ¿cuáles son los proyectos en puerta?
-Es una propuesta que tengo en New Jersey y la verdad me siento muy contento de poder formar parte de su equipo. Espero que todo se pueda materializar ya que podré llevar y enseñar lo referente a nuestro folclor venezolano y nuestras raíces musicales a grandes países como Estados Unidos y muchos más.