Con marchas, sentadas y piqueteas, los jóvenes panameños han sido actores esenciales del rechazo popular a los intentos de transformar la Constitución. La actual coyuntura de descontento social por un proceso de reformas constitucionales cuestionado por no representar los intereses de las mayorías, mantiene a los jóvenes panameños como sus principales protagonistas.
El desgaste del modelo actual no garantiza derechos ni oportunidades para todos por igual, y las principales críticas a las modificaciones discutidas por los diputados, se refieren a esas intenciones de perpetuar un sistema de beneficios, donde los jóvenes y su futuro se encuentran entre los principales perjudicados.