El lunes por la noche, el gigante volvió a rugir, lanzando fragmentos de material volcánico incandescente a más de seis kilómetros de distancia. Urge evacuar la población de las laderas.
El lunes por la noche, el gigante volvió a rugir, lanzando fragmentos de material volcánico incandescente a más de seis kilómetros de distancia. Urge evacuar la población de las laderas.