Puerto Rico se preparaba el lunes de madrugada para la que muchos esperaban fuera una de las protestas más grandes jamás vistas en el territorio estadounidense, mientras isleños indignados prometían expulsar de su cargo al gobernador, Ricardo Rosselló.
Estaba previsto que cientos de miles de personas tomaran una de las carreteras más transitadas de la isla para exigir la demanda de Rosselló, tras la filtración un chat lleno de insultos en el que participaban el gobernador y varios colaboradores, así como la presentación de cargos federales de corrupción contra su gobierno.
Roselló dijo un día antes de la esperada marcha en la capital, San Juan, que no renunciaría al cargo, aunque intento reducir el descontento prometiendo que no se presentará a la reelección ni seguirá al frente de su partido político, partidario de convertir al territorio en un estado de Estados Unidos.
Sus declaraciones solo causaron más indignación entre sus críticos, que llevan más de una semana protagonizando protestas callejeras.
Fuente: telemundo40.com