En este proyecto, que cuenta con una subvención del Ministerio de Medio Ambiente italiano, podrán participar un millar de censados en esta localidad, cuyas bicicletas serán dotadas con dispositivos medidores de distancia que servirán para calcular los pagos mensuales de este sueldo extra.
No tener bici no servirá de excusa para unirse a este plan ya que el Ayuntamiento proporcionará ayudas de 100 euros para adquirir una de segunda mano, de 150 si es nueva o 250 en el caso de las ebikes.
La idea no es nueva. En París ya se puso en marcha un programa similar en 2014, animando a sus habitantes a cambiar el coche por la bici. Milán también ha lanzado varias iniciativas similares pero Bari ha sido la primera ciudad italiana en pagar por ello. A su favor juegan factores tan decisivos como su orografía (sin apenas cuestas), su ubicación costera y su clima templado. En contra, su densidad de tráfico y una deficiente red de carriles bici cuyo plan de mejora está inspirado en Copenhagen. Habrá que estar pendiente.
Con información de elmundo.es