A propósito de los ataques propinados a la prensa por civiles armados el martes 11 de febrero en el aeropuerto de Maiquetía durante la cobertura de la llegada del presidente encargado Juan Guaidó a Venezuela, representantes de gremios y periodistas consignaron este jueves un documento ante la sede del Ministerio Público y Defensoría del Pueblo para exigir justicia.
Marco Ruíz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp), indicó que, pese a la impunidad que impera en estos casos, irán a los organismos «las veces que sean necesarias hasta que sean reconocidos nuestros derechos tal y como lo establece la Constitución».
Sostuvo que lo ocurrido el 11 de febrero en el aeropuerto representa una «escalada en los mecanismos de violencia». «Vimos como de manera concertada actuaron grupos civiles junto con funcionarios».
Los responsables
Ruíz emplazó al fiscal del régimen, Tarek William Saab, a investigar a los responsables de la violencia en Maiquetía, específicamente al coronel Franco Quintero de la Seguridad Aeroportuaria; Nayadez Pérez, jefa civil de Catia La Mar; Roiber Sojo, presidente del Concejo Legislativo de Vargas y el constituyente Juan Iriarte.
«Están retratados los responsables. Los culpables no pueden mentir. Señor fiscal, nosotros, los periodistas, exigimos y demandamos de esta institución una investigación antes de que en Venezuela pueda suceder una tragedia que enlute este gremio», enfatizó.
El secretario del Sntp rechazó que Diosdado Cabello, quien preside la ilegítima ANC, utilizara los medios de propaganda del régimen para incitar al odio.
«Lo que hizo Diosdado (a través de su programa) es incitación al odio. Tiene la fiscalía la responsabilidad de investigar y adjudicar responsabilidades. Usa el aparato de propaganda del régimen para amenzar y generar zozobra», aseguró.
Edgar Cárdenas, secretario general del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Caracas, y Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, coincidieron con Ruíz y señalaron que hay una escalada en la violencia contra los profesionales de la comunicación.
«El formato es el mismo de 2014. La impunidad es el principal elemento que debemos tratar de vencer. Hay una actuación impune. El Estado no puede eludir su responsabilidad de proteger», precisó Correa.
Las víctimas
Lo que debió ser una cobertura periodística en condiciones «normales» el martes 11 de febrero en el aeropuerto de Maiquetía, se convirtió en una angustia para los trabajadores de la prensa quienes fueron agredidos, robados, vejados y sometidos a la arbitrariedad del comportamiento salvaje de los colectivos.
Nuyerlin Contreras, periodista de Punto de Corte, recuerda con sus ojos empañados que mientras hacia su trabajo, una horda de chavistas la agredió. «Tenían cuchillos y dispositivos de descargas eléctricas».
«Aprovecho de decirle a Diosdado Cabello que ayer (miércoles) me humilló. El cabello que me arrancaron es mío, no me dio tiempo de salir a una tienda de pelucas, golpeada, con la camisa rota. Los periodistas no tenemos tiempo para shows, ni me está pagando ningún imperio», contó en referencia a las declaraciones del denominado número dos del chavismo en su programa Con el mazo dando.
Contreras lamentó que las autoridades no garanticen la seguridad de los trabajadores de la prensa. «Los agresores estaban dispuestos a lo peor. Señor Diosdado Cabello, usted tiene una hija que es joven al igual que yo. Yo sigo apostando a mi país. Estoy en Venezuela porque quiero. Recuerde que usted nació de una mujer. En Venezuela no se le debe pegar a nadie», insistió.
Para Maiker Yriarte, periodista de TVV Noticias, la situación fue similar. Sufrió golpes, robo y tratos degradantes por parte de los civiles armados de Maduro.
«Lo que más duele no son los golpes, sino que esto haya ocurrido en la presencia de la Guardia Nacional y de la PNB, quienes en ningún momento hicieron algo para resguardar la seguridad de los periodistas», contó.
Recordó que al culminar la transmisión para el canal que trabaja, se percató que estaban agrediendo a Iván Reyes de Efecto Cocuyo. «Voy a defenderlo y me agarran».
«Me llevan hasta una esquina, me dan golpes, no sé cuántos. Pensaba que me iban a matar, uno como que se resigna. Recibí muchos golpes en la cara y la cabeza. Me diagnosticaron politraumatismos y latigazos. Los lentes me los robaron y los zapatos también. Me pusieron prácticamente como una piñata hasta casi matarme, parece que el objetivo era ese», narró.
Entre lágrimas y la voz entrecortada, Yriarte mencionó a su camarógrafo César Díaz, quien resultó más golpeado y maltratado que él.
«Mi camarógrafo estaba ahí y fue a defenderme y hoy no está aquí (sede del MP) porque está peor que yo. Por los golpes, no podía caminar. Pensábamos que había sufrido una fractura, pero solo lesionaron sus músculos. Me siento vulnerable y tengo miedo. Sabemos ante quienes estamos», detalló.