Los retenes que hay entre Texas y Nuevo Laredo, presuntamente manejados por el crimen organizado en Tamaulipas, toman por sorpresa a los conductores debido a que les cobran 1,000 dólares por supuestamente brindar seguridad durante su trayecto por el país azteca.
Lo preocupante de la situación es que las víctimas no se atreven a denunciar por miedo a represalias, según informan las autoridades de ese país.