Tras la muerte de la periodista Sonia Isabel Alvarado Huayunga, quien se convirtió en una víctima más de feminicidio en el país, un grupo de iracundas personas decidieron hacer justicia con sus manos y quemaron la delegación policial del distrito de Datem del Marañón, en Loreto, así como un local de la Fiscalía y una radiopatrulla.